jueves, 15 de mayo de 2014

En busca de la nueva dimensión


Una pintura suele ser plana. Puede no serlo, pero o bien es isomorfa a un plano o poco de pintura tiene. La escultura es la materialización de la "pintura 3D". La música no puede salir del espacio sonoro al igual que las ondas vibratorias que dan lugar a la escala no pueden transformarse en otra cosa ¿o si?

La evolución está presente pues es inherente al tiempo que todo lo inunda. Pero para esclarecer dimensiones primero debemos situarnos en una de ellas, contemplarla para estudiarla, observarla para disfrutarla, entenderla para poder asumirla y proseguir la búsqueda hacia nuevas dimensiones. Hablo de tantas cosas o de ninguna, aunque siempre en contexto: el videojuego ha estado evolucionando desde hace décadas para seguir puliendo qué posibilidades expresivas otorgan movimiento al sentimiento, a la reflexión, qué posibilidades ofrece un videojuego como arte. Sigue evolucionando, aún no ha alcanzado la cúspide como pudiese haberlo hecho la fotografía, el cine, la pintura, la escultura, la literatura, la música, la arquitectura o la danza.
Y sí, a pesar de la mejora en los materiales de construcción, a día de hoy la gravedad impone las normas básicas que rigen la limitación estructural. Y lo efímero son modas.

Sin embargo, el videojuego está aún evolucionando hacia una forma definitiva por explorar, pues tecnológicamente sigue creciendo. Es cierto que existen fases estancas en el proceso como pueden ser, y de la que estamos muy próxima, la representación visual fidedigna de la realidad a simple vista y su posterior implementación en nuestro sistema sensorial. Pero es por esto que no terminará hasta una inmersión tan sumamente profunda que nos resulte extrañamente posible no distinguir realidad y virtualidad de nuestras experiencias.

¿Qué sucede si un individuo pasa los últimos años útiles de recuerdos a medias entre el mundo virtual y la realidad? ¿No es igual ponerse unas gafas para entrar en el mundo real que quitárselas para entrar en el virtual o viceversa?

Esa es la meta que tiene el videojuego como industria, la inmersión tan profunda que la creas realidad. ¿De cuánto tiempo hablamos? ¿Décadas? ¿Siglos? En el vertiginoso salto del microtransistor al microempleo pasando por las macroempresas todo es posible, incluso el libre albedrío.